COMUNICACIÓN INTRAPERSONAL
“La vida consiste en saber hablarse a uno mismo” (Pierre Hadot)
No es solamente una bonita frase.
El cerebro tiene la capacidad de generar un diálogo interior espontáneo con nosotros mismos, vinculado a nuestra autoimagen, sin que nosotros lo guiemos. Esto ocurre en la red neuronal por defecto (RND), donde se activan, solamente, las zonas del cerebro involucradas en la escucha (porque nosotros, no nos estamos hablando voluntariamente).
El diálogo interior habla de nosotros mismos. Es esa vocecilla que viene una y otra vez a nuestros pensamientos de forma recurrente, sin que podamos hacer nada, y que va a ser mucho más potente en estados de preocupación, ansiedad, estrés, baja autoestima, conflictos internos y reconstrucción del «yo», ya que está estrechamente relacionado con la amígdala (parte del cerebro involucrada en las emociones).
Una de sus consecuencias directas, es que, cuando la RND es muy fuerte, por ejemplo, por estrés, tu capacidad de atención se vuelve bajísima, por lo que, a nivel personal y por supuesto laboral, el estrés te convierte en alguien capaz de tomar peores decisiones.
Otra, que es adictiva: cuanto más la usas, más tenderás a ir hacia ahí, y cuanto más estés en RND, mayor infelicidad te producirá (Harvard).
Y sabiendo esto, hay que añadir que estamos demasiado tiempo en RND. Casi la mitad del tiempo en días laborables, pero durante los fines de semana, podemos llegar hasta el 75%.
La buena noticia es que, aunque no tenemos el control de la RND, sí tenemos la capacidad de regularla y equilibrarla.
Estudios recientes relacionan este diálogo con la amabilidad hacia nosotros mismos. Cómo te diriges a ti mismo, cómo te hablas, con qué tono, con qué palabras… todo ello actuará en el inconsciente de tu cerebro.
Te propongo un ejercicio curioso:
1. Cierra los ojos e intenta no pensar.
2. Espera 1 minuto y observa ese diálogo que, seguro, aparecerá en tu mente. Intenta retenerlo durante 5 minutos.
3. Escríbelo, y espera media hora.
4. Léelo.
Aprenderás mucho de ti. Te darás cuenta de cómo te estás narrando tu propia vida.
La voluntad es trabajar para llegar a ser lo que quieres ser.
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