¿Has oído hablar de la teoría de la mente?
Nuestro cerebro está llenos de mecanismos para poder comprendernos. Sólo tenemos que ser conscientes de la cantidad de veces que dejamos pasar la ocasión. Sólo tenemos que querer hacerlo.
En la vorágine de nuestro día a día, sin tiempo y atención hacia los demás, no caemos en la cuenta de todo lo que somos, de cómo podemos usar las increíbles capacidades que tenemos para empatizar y actuar.
Los estudios neurocientíficos sobre la teoría de la mente han revelado cómo nuestro cerebro es capaz de atribuir estados mentales, como creencias, deseos e intenciones, a otras personas.
Te pongo un ejemplo:
Imagina que estás en una reunión de trabajo y tu colega, María, está mirando hacia abajo, algo tensa, y jugueteando con un bolígrafo. Captas que parece preocupada, y piensas que quizá sea por algo relacionado con el trabajo.
Aquí es donde ya ha entrado en juego la teoría de la mente.
Tu cerebro es capaz de atribuir estados mentales a otra persona, como preocupación o nerviosismo, en función de sus expresiones faciales y comportamientos.
¿Qué tal apoyar a María con algún comentario y echarle un cable? ¿Qué te haría sentir a ti la misma situación a la inversa si recibieras su apoyo?
Esta habilidad cognitiva que puede parecer insignificante a priori, es fundamental y desempeña un papel crucial en nuestra vida social y emocional.
Es esencial para establecer relaciones significativas, empáticas y cooperativas con los demás.
Nos ayuda a tomar decisiones sobre cómo interactuar con las personas en diferentes situaciones sociales.
Nos permite ponernos en el lugar de los demás y responder de manera compasiva a sus necesidades y experiencias, así como leer entre líneas e interpretar el lenguaje corporal, anticipando pensamientos, emociones e intenciones.
Si tenemos el poder de entender y tener en cuenta las emociones de los demás, ¿por qué no darle más importancia? ¿por qué no empezar la semana poniéndolo en valor?
Estamos hechos para comprendernos. Sólo tenemos que estar más atentos. ¿Empezamos?
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